martes, 30 de noviembre de 2010

ESPECIAL CAMINO DE TEIXIDO parte 2


Aquí estoy sonriendo y gastando bromas en el único alberque del camino de Teixido, pero cuidado, ya quisieran muchos albergues estar en tan buenas condiciones como se encuentra este.



El trayecto desde la isla de la ermita de Santa Comba hasta el albergue no reviste ninguna dificultad, este transcurre por un carreterin hasta  el albergue, al  fondo podéis ver la iglesia de Covas.
 


Es temprano pero gracias a Suso y  Pau que nos dejaron un bollo y leche esta mañana hemos salido desayunados del albergue.


Bueno amigos vamos con la señalización del camino de Teixido, en esta foto podéis ver el mojón que es cuadrado como un poste elevado, en los lados el logo del camino, un pez rojo, en otro lado los km. también en rojo.


El día se despereza y como es habitual en Galicia una pequeña bruma o neblina oscurece la mañana y las fotos, aquí veis a María junto a la tapia del cementerio, dentro está la iglesia.



Los postes…que  así fue como empezamos a llamarlos, pueden estar en los dos lados del camino, como podéis ver en la foto.


Algunos postes casi tapados por la densa vegetación, no olvidemos que en Galicia el verde invade todo, en este estuvimos quitando las hierbas para que se viera mejor.


Los postes nos llevan por un carreterin sin trafico y como veis nos adentramos en un bosque de pino alto.


El bosque nos deja en una pequeña aldea.


Como veis el carreterin se estrecha tanto que sólo deja paso a un coche, a nuestra derecha el típico hórreo gallego.


La neblina impide ver con más claridad, María me avisa de que a su izq. está el mar y un caballo en libertad.



Efectivamente le saqué esta foto, en la que podéis ver el caballo y el mar este siempre un poco bravío, no olvidemos que estamos en la costa da Morte.



Poco a poco vamos ganando altura y en algunos sitios la vegetación quiere comerse el carreterin.



Dejamos atrás el hermano asfalto y comenzamos por el camino….escoltados por estas hortensias que hacían la delicia para la vista.


María se detuvo pues las vistas lo merecían, desde este lugar veíamos la ermita de Santa Comba.



En esta foto podéis ver donde está la ermita, parece que la neblina matinal se levanta.


Con la humedad de la mañana entramos en este bosque de eucaliptos, fue un verdadero disfrute para el olfato, el fuerte olor a hierba fresca y eucaliptos sería muy agradable en este tramo.



El contraste de este chopo con sus hojas amarillas delata que el otoño se acerca, bonito contraste con los eucaliptos
de hoja perenne.



Bonitas pistas siempre ascendentes.


Un kilómetro mas adelante dejamos atrás el bosque de eucaliptos y salimos a un teso donde paramos para disfrutar de las vistas.



Esto es lo que vemos cada vez más lejos, cada vez más alto.



Continuamos con la tranquilidad de que vamos bien pues a cada poco hay un poste indicador de dirección y los kilómetros que faltan.



Dejamos el mirador donde veíamos el mar y el camino toma dirección a la montaña.



A los lados del camino según pasamos oímos ruidos pero no sabemos de que son, desde que salimos del albergue no hemos visto a nadie.



Hace bastante frío pero supongo que es por la parte sombría que estamos pasando y también claro está, por lo temprano de la mañana.



Llegamos a este cruce donde había una cuesta terrible a la derecha, menos mal que el poste nos mando a la izquierda.


Fijaros en el poste y en los kilómetros.


Aquí las piedras sueltas y la rampa nos hicieron bajar con cuidado para no correr riesgos innecesarios.



Seguimos por otra pista muy bonita e incluso parece que bajamos.


Íbamos por una recta por un camino llano y de pronto miramos a la derecha y vimos casi oculto el poste anunciando desvío a la derecha.



Tuve que volver a el poste para verlo otra vez, aun así no me lo podía creer, aquí estaba ante nosotros la madre de todas la cuestas.


No amigos este no es el bosque de Sherwood, estamos en el bosque del camino de Teixido.


Mientra empujaba en esta súper rampa del 20%, María esperaba abajo.



Aquí estoy empujando casi al final de la rampa que se veía…que iluso, esto sólo sería el principio.


Detrás de mí venia empujando María…que valiente que es, en las condiciones que tiene la rodilla, le eché la bronca pues bajaba yo para subir su bici…pero no quiso dejármela.



Aquí podéis ver que subida tan dura.



Al final decidí quitarle la bici para que no se resintiera de su rodilla.


Del bosque pasamos a una densa vegetación tan alta que no vemos casi nada, aquí ya empapados en sudor nos quitamos ropa.



Nos ponemos otra vez en marcha, ya casi se ha olvidado que la bici es para ir montado y no para empujarla.



En este tramo el reloj corre muy deprisa y el avance nuestro es muy lento.



Esta foto la saqué levantando todo lo que pude los brazos pues nosotros sólo veíamos árboles y vegetación.


Aquí podéis verme empujando, María en los descansos me sacaba fotos con su cámara.


Entre los hoyos que hacen los jabalís, la hierba alta que tapa las piedras, y todo hay que decirlo, los pies congelados, al final acabé en el suelo, pero sin mas consecuencias que el costado izq. empapado.



¡Menos mal!,  parece que terminamos de subir y se despeja un poco.


Al fondo María, lo que parecía antes fue otro espejismo, ahora el peligro son los hoyos producidos por los jabalíes para sacar las raíces del suelo.


Llevamos mucho tiempo sin ver ningún poste y estábamos muy preocupados…no queríamos ni pensar que todo lo que estábamos subiendo fuera camino equivocado….como veis en la foto el miedo planeaba porque el camino parecía acabarse.



A estas alturas no sabemos que hacer, María solo repite el camino se acaba…no parece que sigue, yo desde atrás miro a todos lados y no veo ni marcas ni poste.



Me detengo un momento pues tengo los pies empapados, miro a María y ya está un montón de metros mas alta que yo… ¡madre mía! que rampa con piedras resbaladizas.


Las ruedas patinan, está todo mojado, el camino solo son una piedras casi cubiertas por la hierba alta que te moja mas y mas las zapatillas.


María me da una voz…Rossi aquí parece que se despeja la vegetación…la oigo pero no la veo, espera… no te muevas, cuando la vi saque esta foto.


Cuando llegué a su altura me quedé impresionado de lo bonito que era todo, pero pensé ¡madre mía! si todavía tenemos que subir lo que se ve tardaremos todo el día.


Tengo los pies tan helados que no siento ni los dedos, y es que la hierba tan alta y con tanto rocío nos empapa las zapatillas y ya me llega a las rodillas.




Recorrido del camino de Teixido en esta publicación.




Altitudes de etapa.


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1 comentario:

  1. Madre mía, que cuesta mas empiná!!! y solicos los dos, con jabalies sueltos por ahi, humedades, y a saber qué mas bichos acechaban por allá... y luego por donde seguiais???... porque si habeis tenido que volver a bajar por alli, yo me siento en el suelo y bajo como un tobogan!! sois increibles!!! CAMPEONES!!! besosssss!!

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